En el marco del Día Mundial de la Lucha Contra el SIDA, expertos del área de Epidemiología de Pensiones Civiles del Estado señalan que la expectativa de vida de los enfermos del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) cada vez es más larga y depende de dos aspectos fundamentales: la disciplina del paciente y el avance farmacéutico.
Sin embargo, recalcan un aspecto importante en la prevención y atención oportuna de esta enfermedad: conocer los factores de riesgo del contagio y realizarse con periodicidad la prueba de VIH.
Contrario a lo que se ha considerado tradicionalmente, la vía del contagio del virus de la inmunodeficiencia humana no es sólo por contacto sexual, sino también puede ser por vía sanguínea o perinatal, además de una serie de situaciones de peligro que es importante saber identificarlas.
El área de Epidemiología de PCE señala los factores de riesgo que deberían de motivar hacerse la prueba del VIH.
- Las relaciones sexuales sin protección, tanto en parejas heterosexuales como homosexuales hombres.
- El uso de agujas entre personas que se inyectan sustancias intravenosas.
- Transmisión de madre a hijo
- Por transfusiones sanguíneas.
Personas que se ponen los tatuajes y/o los piercing entran en ese rango de riesgo de ser contagiadas, en caso de que el material utilizado para hacer esos procedimientos no se esterilice correctamente, advierten especialistas.
Asimismo, el hecho de compartir artículos de uso personal, como cepillo de dientes, rastrillos, depiladores- también puede significar un riesgo en caso de que una de las personas esté infectada.
Desde el momento en que una persona, considerada con factor de riesgo, hace su primera prueba, las siguientes tienen que realizarse cada tres meses hasta cumplir un año del llamado “periodo ventada”. Es el periodo cuando la persona ya puede tener el virus y transmitirlo, pero que la prueba todavía no lo detecta porque aún no se han formado los anticuerpos. Por eso la recomendación es hacerse las pruebas seguidas durante el año.
La infección por VIH se diagnostica detectando anticuerpos para el virus en la sangre. Las guías de tratamiento enfatizan la importancia de calidad de vida, por lo tanto la meta del tratamiento de SIDA es encontrar el más sencillo que tenga pocos efectos colaterales